De nuevo, otro año más, participamos en el programa promovido por el Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián denominado SUKALDANITZAK. La idea del mismo es promover relaciones entre asociaciones con tradición en Donostia y otras más recientes, fundadas por personas de procedencias lejanas.
¿Qué mejor motivo para juntarnos que compartir cocina y mesa?
Este año hemos convivido con integrantes de la Asociación Nasledie, que engloba a personas de distintos países del este de Europa. Por nuestro centro pasaron el sábado 13 de junio personas de Azerbayan, Georgia y Rusia.
A las 10 h y 30 m comenzó el taller para elaborar la comida, aunque diversos integrantes de Nasledie llevaban desde las 8 de de la mañana trabajando en la cocina. Con muchas ganas, y algunas dificultades por nuestra parte para pronunciar los nombres, nos fueron enseñando a elaborar "jachapurri", un delicioso pan con masa de trigo enriquecida con tres quesos.
Todos los participantes echaron una mano para dar forma a los "dushpara", raviolis rellenos de cordero, que con paciencia y mimo elaboraron las nativas de Azerbayan.
Nuestra amiga de Rusia nos explicó como se prepara el "baklazhani", berenjenas rellenas de verdura y nueces. Toda una artista de la cocina y el diseño.
De Georgia nos enseñaron a hacer "ash", arroz con carne y frutos secos.
De postres elaboraron "baklawa" y "pelamushi", el primero un pastel con miel y nueces, el segundo una masa de frutas con nueces, que nos recordaron a los mazapanes.
La variedad de sus orígenes se puso de manifiesto en los platos, mientras unos tenían cierto aire mediterráneo otros parecían eslavos.
La variedad de sus orígenes se puso de manifiesto en los platos, mientras unos tenían cierto aire mediterráneo otros parecían eslavos.
El taller de cocina y la comida fueron excelentes excusas para juntarnos y dar rienda suelta a muchas preguntas sobre sus países de origen y cultura. Nos fueron explicando que eran personas de distintos orígenes, religiones (católicos, mahometanos y cristianos ortodoxos) e idiomas, unidos hoy por el vínculo de la elección/adopción de Donostia como residencia.
Comer en un ambiente amigable y distendido nos costó muy poco a todos. Dos brindis, uno en ruso y otro en georgiano, que entendimos perfectamente, fueron el punto de partida.
Hoy nuestra ignorancia sobre éstos ciudadanos donostiarras es un poco menor y nuestro aprecio y valoración mucho mayor.
Desde este modesto blog del Centro Burgalés, Castellano-Leonés de San Sebastián queremos agradecer a todos los participantes su colaboración. Especialmente a los de Nasledie por la ilusión y ganas que pusieron. A partir de hoy, aunque continúen siendo para nosotros ininteligibles sus idiomas de origen, a ellos les entendemos mejor y valoramos como las magnificas personas que demostraron ser.