domingo, 14 de junio de 2015

Sukaldanitzak


De nuevo, otro año más, participamos en el programa promovido por el Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián denominado SUKALDANITZAK. La idea del mismo es promover relaciones entre asociaciones con tradición en Donostia y otras más recientes, fundadas por personas de procedencias lejanas.
¿Qué mejor motivo para juntarnos que compartir cocina y mesa?

Este año hemos convivido con integrantes de la Asociación Nasledie, que engloba a personas de distintos países del este de Europa. Por nuestro centro pasaron el sábado 13 de junio personas de Azerbayan, Georgia y Rusia.
A las 10 h y 30 m comenzó el taller para elaborar la comida, aunque diversos integrantes de Nasledie llevaban desde las 8 de de la mañana trabajando en la cocina. Con muchas ganas, y algunas dificultades por nuestra parte para pronunciar los nombres, nos fueron enseñando a elaborar "jachapurri", un delicioso pan con masa de trigo enriquecida con tres quesos.

Todos los participantes echaron una mano para dar forma a los "dushpara", raviolis rellenos de cordero, que con paciencia y mimo elaboraron las nativas de Azerbayan.

Nuestra amiga de Rusia nos explicó como se prepara el "baklazhani", berenjenas rellenas de verdura y nueces. Toda una artista de la cocina y el diseño.
De Georgia nos enseñaron a hacer "ash", arroz con carne y frutos secos.
De postres elaboraron "baklawa" y "pelamushi", el primero un pastel con miel y nueces, el segundo una masa de frutas con nueces, que nos recordaron a los mazapanes.
La variedad de sus orígenes se puso de manifiesto en los platos, mientras unos tenían cierto aire mediterráneo otros parecían eslavos.
El taller de cocina y la comida fueron excelentes excusas para juntarnos y dar rienda suelta a muchas preguntas sobre sus países de origen y cultura. Nos fueron explicando que eran personas de distintos orígenes, religiones (católicos, mahometanos y cristianos ortodoxos) e idiomas, unidos hoy por el vínculo de la elección/adopción de Donostia como residencia.


Comer en un ambiente amigable y distendido nos costó muy poco a todos. Dos brindis, uno en ruso y otro en georgiano, que entendimos perfectamente, fueron el punto de partida. 

Hoy nuestra ignorancia sobre éstos ciudadanos donostiarras es un poco menor y nuestro aprecio y valoración mucho mayor. 

Desde este modesto blog del Centro Burgalés, Castellano-Leonés de San Sebastián queremos agradecer a todos los participantes su colaboración. Especialmente a los de Nasledie por la ilusión y ganas que pusieron. A partir de hoy, aunque continúen siendo para nosotros ininteligibles sus idiomas de origen,  a ellos les entendemos mejor y valoramos como las magnificas personas que demostraron ser.